Marcos Carvajal

julio 05, 2021

Marcos Carvajal

Marcos Carvajal (Tunja, Colombia)

Ha pasado toda su vida en la ciudad de Tunja, sus estudios de bachillerato los realizó en el Instituto Educativo San Jerónimo, donde obtiene el título como Técnico industrial en Metalistería. En cuanto a sus estudios profesionales, tiene un titulo como Técnico en Diseño Gráfico, realizado en el Instituto Técnico Laboral de Tunja (COTEL), además de ser egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, partiendo de esto es como procede a generar su propuesta visual y diversos proyectos, ya que en su formación tuvo la oportunidad de un acercamiento profundo al proceso fotográfico, con intereses desde la fotografía macro llegando al proceso de revelado orgánico Anthotype e impresión de clorofila, material con el que obtiene su título como profesional. Trabaja desde la fotografía en procesos de Macro, Antothype, impresión de clorofila, retrato, paisaje, lightpaiting, relacionados a diversos ejes temáticos, también maneja técnica desde pintura y video.

Deshojar

El cuidador, quien se dedica a desechar o retirar las hojas que, con el paso del tiempo, alteran la estructura y la conservación de la planta, tiene un rol fundamental en esta analogía del cuidado de seres que han sido domesticados por la humanidad. Imaginemos que somos un gran árbol y en éste conviven un sin número de hojas, unas con la vitalidad de recibir la energía y otras para ser parte de la tierra, de ahí que, al ser plantas domésticas, necesiten de una mano que les ayude a continuar su ciclo de renovación y crecimiento.

Esta relación se hace desde la interacción y la labor del cuidador, como en el caso también de los animales domésticos, porque en la actualidad observamos un sin número de mascotas o animales que son tratados como desecho, son retirados o incluso rechazados de núcleos familiares, ya sea por enfermedades u otras circunstancias. Son seres que sienten, por ello, se debe brindar una protección constante desde que hacen parte de la familia hasta el fin de sus días, pero se ha normalizado en la sociedad ver animales en la calle en circunstancias precarias, muchas veces abandonados por la falta de responsabilidad y ética. Por eso es necesario reflexionar ante esta postura.

El cuidado de plantas y de animales no son similares, pero en cierto modo se encuentran al tratar de ofrecer un bienestar a estos importantes seres que hacen parte de nuestra existencia en el planeta. Esta intención de relacionar el cuidado y la preocupación del cuidador en diversos aspectos se presenta a continuación en una serie de registro fotográfico de animales que comparten un entorno familiar y de otros que, por circunstancias de la vida han llegado a sobrellevar los bruscos cambios de estar en un espacio donde tenían protección y pasar a la intemperie donde deben adaptarse lo antes posible para poder sobrevivir.

La reflexión ante la actualidad, partiendo de la complicación que vive hoy el mundo, muestra que la excusa para rechazar, abandonar o botar a estos animales, se justifica en la ignorancia, pues se supone que son transmisores de enfermedades, lo que ha generado una masificación de la población de animales callejeros expuestos a diversos peligros, lo que contrasta con la falta de sensibilización, información y compromiso de los cuidadores para evitar que esas suposiciones sean parte de la cotidianidad. Esta parte de la sociedad se ha enceguecido por el temor, olvidando los lazos de compañía, fortaleza emocional y alegría que estos seres en algún momento brindaron a sus vidas y que de momento sean entendidos como un objeto que ha perdido valor.

Según lo anterior, la propuesta parte de dicha necesidad de replantear si las especies distintas a la humana pasan a ser objetos a diferencia de esa simbiosis necesaria para el balance del mundo, o en si en nuestros contextos cercanos, les damos su estatus como seres.

Finalmente, desde la impresión de clorofila, esta serie describe 20 imágenes de animales de diversas características, donde también se muestran momentos en que estos seres deciden irse por voluntad propia dejando un vacío o una angustia que supuestamente el tiempo cura. Esta selección se compone por las dos especies que se han descrito como animales de compañía o domésticos de manera más popular: gatos y perros.

Queda una incertidumbre: ¿cómo especie nos preocupamos en buscar nuestra destrucción porque tenemos que generar al mismo tiempo la destrucción de las demás especies o partimos del proceso del cuidador y preservamos los espacios de vida, jardines y entornos donde convivan y logremos el equilibrio del ecosistema?